La excursión

El otro día, mi clase y yo fuimos por Madrid como parte de la clase de mitografía. Fue una excusión más o menos breve, pero lleno de historia y cultura. Visitamos muchas cosas muy interesantes, y partes de Madrid que, sin tomar la clase, yo nunca habría escondido. Hablaré un poco de los sitios y mis impresiones.

Uno de nuestras primeras paradas fue el Ateneo de Madrid. Un lugar para intelectuales, me resultó muy interesante. Al entrar, me sentí como si estuviera andando con gigantes de entendimiento. Me dio la misma sensación que yo recibo cuando miro episodios de NOVA. Intelectualismo es algo que me importa a mí mucho.

Más tarde, andamos por el Callejón del Gato que, para mí, fue un poco decepcionante. Estaba esperando un sitio de miles de espejos de todas formas, pero solo hay dos. Puedes divertirte con los dos, pero no es tan magnífico que uno espetaría.

En la Plaza de Santa Ana, vimos dos estatuas, una de Lorca (aprendimos un poco de Lorca cuando visitamos el CaixaForum) y la otra de Pedro Calderón de la Barca. Yo decidí a buscar un poco de información sobre la Barca, y escondí esta cita de una de sus obras de teatro:

¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ficción,
una sombra, una ilusión,
y el mayor bien es pequeño.
¡Que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son!

Esta es magnífica, y yo creo que es de la misma calidad (aunque un poco más corta) que la “To Be or Not To Be” de Shakespeare.

Más tarde, vimos el MediaLab-Prado que, para mí, es la cosa más guay en todo de Madrid (desde el punto de vista de un nerd). Vimos una imprimadora que imprima en 3D usando un cable de plástica muy fina para crear la estructura. El director nos explicó el proceso, y me interesaba mucho. Yo busqué, y tenemos una imprimadora 3D también a Duke, pero de un diferente tipo (hace capas en lugar de un cable de plástico).

Terminamos con una película estadounidense que se llamaba The Fountainhead. Me resultó absolutamente fascinante. La premisa es que hay un arquitecto que quiere ser diferente de lo normal. Los “arquitectos” tratan de construir rascacielos con una influencia griega—añaden columnas y fachadas griegas a sus rascacielos y parece absurdo. El protagonista eventualmente tiene bastante reputación que puede edificar como quiere, pero decide destruir un sitio que no sigue sus planes. Hay un juicio al final que determina que él es inocente, porque fue un crimen a cambiar sus planes. Yo pensé que el juicio fue poco realista, pero no cambió mi percepción de la película mucho. Me gustó el tema: deja a los artistas la oportunidad de crear como quieren.

En total, me gustó mucho la excursión. Aprendí mucho de la cultura de Madrid y de arte en general. No puedo esperar para el siguiente.  

Por Chris Nash