He decidido escribir sobre Benito Pérez Galdós sobre la historia de el tranvía. Creo que su texto es realmente un reflejo de lo que cada ciudad moderna afronta en términos de transporte público. Ahora con toda la tecnología portátil que tenemos somos capaces de aislarnos aún más para no interactuar con los demás. El cuento es genial porque tiene realismo pero al mismo tiempo incluye a una historia paralela de una realidad creada por el protagonista. Este aspecto del cuento refleja la vida contemporánea muy bien porque si intentamos interactuar con los demás seria muy difícil penetrarse en su realidad. La gente no tiende a querer hablar unos con otros, incluso cuando están viajando con gente que si conocen. Hay un sentimiento de inadecuación cuando uno intenta mantener una conversación al alcance del oído de más de 20 personas.
También creo que tiene que ver con esa idea de querer mantener un cierto grado de anonimato en un espacio tan cerrado. Pero también podría tener que ver con la idea de que el metro es una experiencia deshumanizante. Si uno se pone a pensar la idea de el metro subterráneo es muy extraño. Cuando viajamos por el metro vamos muchos metros debajo de la tierra viajando debajo de muchos edificios y gente. Esto me hace recordar a mi profesor de arquitectura moderna, que decía que somos como ratas corriendo debajo de la tierra a nuestro destino final. Estamos confinados en pequeños espacios subterráneos profundos que también presentan un riesgo que no esta comunicado. Cuando viajamos en la superficie en el autobús nos encontramos con los mismos sentimientos. Estos sentimientos de incomodidad, inconveniencia y el aislamiento.
Se nos ha enseñado a desconfiar de los extraños y ahora con la tecnología portátil uno puede estar conectado a su propio mundo virtual en todas partes. En cierto modo la tecnología en si es deshumanizante en que ya hay la necesidad de comunicar las cosas cara a cara. Algunas personas incluso asumen diferentes personalidades desde la comodidad de su teclado que son diferentes en la realidad. Todos queremos permanecer anónimos en una ciudad tan grande con millones de habitantes y lo hemos conseguido con la tecnología.
Escrito por: Carmen
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