sábado, 30 de abril de 2011

Excursión en Lavapiés


            Nuestra ultima excursión de Madrid se ha enfocado en el barrio inmigrante de Lavapiés. El fin de semana anterior a esta clase, yo había ido por mi propio cuenta andando de Sol a descubrir unas calles que no había todavía visto. Cuando yo fui a Lavapies, fue de pura casualidad porque yo no sabía por donde andaba, y me encontré primero en unas calles de bastantes tiendas de venta al por mayor, que no estaban abiertos al publico. En estas tiendas, que estaban operados principalmente por gente asiático, vi todo tipo de cosas que se suele ver en los “chinos” que vemos por toda la ciudad. Después de irme de esa zona, encontré una frutería en donde fui a comprar unas ciruelas. La tienda fue operada por un hombre árabe, algo que no suelo ver en las tiendas que yo suelo frecuentar. Al final, sabía que estuve en Lavapiés porque al bajar una calle llena de restaurantes Indus, encontré la parada de metro. Cerca de la entrada a la estación, había bastante gente en la calle; jóvenes, viejos charlando, y padres con sus pequeños hijos jugando en un parque microscópico. Había de todo tipo de gente, pero inmigrantes africanos dominaron la escena. Como iba a aprender, esto es Lavapiés.



            Hemos aprendido que Lavapiés es una  zona tradicionalmente para los inmigrantes recientes a España y a Madrid en particular. Cuando fuimos al bar antiguo, pudimos conocer más profundamente los factores que hacen de Lavapiés un barrio con un carácter muy único. Discutimos  los grupos principales que viven en esta zona, y también los factores económicos y a veces municipales que amenazan el bienestar del barrio como es. La introducción de los jóvenes adinerados en la zona ha creado problemas para los inmigrantes que ya no pueden pagar el alquiler que aumenta. Además de eso, hay también la amenaza constante de parte de la  municipalidad de tomar las fiestas culturales del barrio y convertirlos en espectáculo turístico, quitándolo de la zona y quitando sus valores culturales. Hay muchas cosas que intentan con destruir lo especial de Lavapiés, pero afortunadamente la gente sabe como reaccionar.
            Un ejemplo de este lucha contra las fuerzas exteriores y municipales es la Tabacalera. Es un edificio antiguamente abandonado que se había apropiado por la comunidad para ser un espacio cultural. La municipalidad quería usar el espacio para construir un museo que serviría más bien como museo o espacio turístico que como un lugar para beneficiar a los residentes de Lavapies. Después de muchos pleitos, el edificio sigue siendo un espacio para estos residentes, pero siempre con la posibilidad muy próximo de que la municipalidad consigue el dinero para continuar la construcción del museo.
            La Tabacalera es quizás mi lugar favorito de Madrid. Todo el tiempo que he pasado aquí en Madrid, me he sentido un poco decepcionada porque la ciudad siempre me he parecido como demasiado conservador. Hay mucha cultura, pero me parece que queda más bien en un cuadro tradicional. La Tabacalera tiene un aire de rebelión que me atrae bastante y que todavía no había visto en esta ciudad. 


De Mónica Villar

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