viernes, 22 de abril de 2011

Caixa Forum y Lavapiés

Por fin tengo aceso al internet y puedo entregar mi tarea... ¡Lo siento por tomar tanto tiempo!

Quiero empezar con la exposición en la Caixa Forum. La exposición fue una demonstración de la idea de la realidad por la media del vídeo. Todos servían como ejemplos de la vida real, sin filtros ni cambios. Había muchos videos: el de la mujer de los EEUU que fue un poco confundida, y el de la chica africana que fue en el árctico y el desierto a la vez, mostrado simultáneamente entre 4 pantallas.



El video que más me hizo pensar fue el del matón inglés que estaba tratando de actuar. El director le mandó comportarse como si estuviera en las situaciones dadas. Por ejemplo, había situaciones en que tenía que pretender que fuera otro chico insultándole, y tenía que reaccionar. Dijo cosas como “¿Estás hablando conmigo?” y “¿Por qué no te callas?” En otra circunstancia, tenía que pretender que hubiera otras personas dándole golpes y patadas y orinando en él. Lloró y les pidió que dejaran. Pero su rendimiento fue malo. Me hizo pensar que, en realidad, los matones no saben lo que se siente al ser maltratado. También, que absurdo pareció cuando estaba charlando con el otro chico invisible—apuntando y gritando, totalmente solo. Pareció muy ilógico y casi patético—una descripción muy precisa del matón, del cobarde.

Después, fuimos al barrio de Lavapiés. Aprendimos mucho antes de ir, sobre la historia notoria del crimen y de la inseguridad allí. Esta impresión todavía existe, y es algo que mis padres de acoge me dieron. Me contó una historia de un chico de Duke que tenían antes que fue a Lavapiés y, cuando estaba allí, los ladrones le robaron de su cartera y pasaporte—un total desastre. Adicionalmente, yo leí una noticia para clase que ilustró algunas opiniones de los residentes de Lavapiés. Los residentes se quejaron del crimen y del tráfico de drogas. Las drogas sí existen en Lavapiés—no es una mita. Cuando mi compañero de cuarto Caleb y yo fuimos a Lavapiés, nos ofrecieron marihuana. Decidimos negar.

A pesar de los estereotípicos de crimen en Lavapiés, durante la excursión, vimos que el barrio es muy diverso. Hay mucha gente extranjera, inmigrantes que se sienten más cómodos en una comunidad de más inmigrantes. La diversidad es muy obvia—la gente por las calles es de todos colores, y los restaurantes son igualmente variados. Yo creo que esto fue lo más importante—aprender que Madrid es de todos tipos, una ciudad del mundo. 

Por Chris

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